Con los termómetros IR se puede medir la temperatura de la superficie. Un tiempo de respuesta corto y la medición sin contacto son ventajas clave. Ideales para aplicaciones de monitorización como:
- Piezas en movimiento (bobinas de papel...)
- Registro de la temperatura superficial de engranajes y motores
- Control de las partes eléctricas bajo tensión (componentes, transformadores...)
- Piezas recién recubiertas o pintadas
- Alimentos y sustancias corrosivas
- Precisión: ±2 % o 2 °C, cuenta el valor más alto